La administración actual de Naucalpan, liderada por la alcaldesa Angélica Moya, ha llevado a cabo un proceso de recuperación financiera significativo, tras heredar una deuda de 3500 millones de pesos de la gestión anterior encabezada por Patricia Durán y la 4T. Esta cifra de endeudamiento representa aproximadamente un año completo del presupuesto municipal.
Los principales componentes de esta deuda incluyen sueldos y aguinaldos pendientes a personal sindicalizado, trabajadores eventuales, policías, bomberos, y miembros de Protección Civil, los cuales ya fueron saldados. Además, se liquidaron adeudos significativos como 72 millones de pesos al Issemym, impuestos sobre nómina, retenciones de ISR adeudadas al SAT, y pagos pendientes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como la liquidación de un préstamo bancario con Santander.
En una reciente conferencia de prensa, la alcaldesa Moya destacó el pago de 1500 millones de pesos de la deuda heredada, logro atribuido al manejo eficiente de las finanzas públicas y al compromiso de los ciudadanos de Naucalpan, cuyo puntual pago de impuestos ha garantizado un flujo de efectivo saludable. Este esfuerzo ha evitado la necesidad de adquirir préstamos adicionales durante el año 2024.
La gestión de Durán fue marcada por un desfalco significativo, con la OSFEM emitiendo 52 observaciones, de las cuales siete estaban relacionadas con el manejo indebido de fondos, 44 con irregularidades en obras públicas y 15 con adjudicaciones indebidas. Estas irregularidades representan un posible daño al patrimonio municipal superior a los 5500 millones de pesos.
Rafael Funes Díaz, el contralor municipal actual, informó sobre el inicio de procedimientos para sancionar a los responsables de 225 obras inconclusas, involucrando más de 225 millones de pesos en fondos no comprobados. Hasta la fecha, se han inhabilitado a 10 exservidores públicos de la administración pasada para ocupar cargos públicos, marcando un paso importante hacia la rendición de cuentas y la transparencia en la gestión municipal.
Este proceso de recuperación no solo refleja el compromiso de la actual administración con la estabilidad financiera de Naucalpan, sino también el esfuerzo conjunto de la comunidad para superar los retos heredados y asegurar un futuro más prometedor para el municipio.
