México ha hecho historia. Por primera vez en sus 200 años de independencia, el país ha elegido a una mujer como su presidenta. Claudia Sheinbaum Pardo, de 61 años y originaria de la Ciudad de México, logró una victoria contundente en las elecciones presidenciales, marcando un hito significativo en la política mexicana.
Según la proyección de los resultados oficiales del conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), Sheinbaum, candidata del partido gobernante Morena, obtuvo entre el 58.3% y el 60.7% de los votos, superando ampliamente a su principal rival, Xóchitl Gálvez, quien alcanzó entre el 26.6% y el 28.6%.
En su discurso de celebración, Sheinbaum destacó la importancia de su victoria para todas las mujeres mexicanas: «No llego sola, llegamos todas. Con las heroínas que nos dieron patria, nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas». Este triunfo simboliza no solo un cambio político, sino también un avance significativo en la lucha por la igualdad de género en México.
Sheinbaum también mencionó que Gálvez, líder de la coalición opositora, la llamó para felicitarla por su victoria. «Ahora es momento de dejar atrás el encono de la campaña», reconoció Gálvez, quien previamente había expresado dudas sobre el resultado antes de la confirmación oficial.
La elección del 2 de junio no solo fue para la presidencia, sino también para la renovación de unos 20,000 cargos en todo el país. El siguiente paso en el proceso electoral será la revisión de las eventuales impugnaciones por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que debe calificar la elección presidencial a más tardar el 6 de septiembre.
Una vez que el tribunal valide la elección, Sheinbaum asumirá la presidencia el 1 de octubre, sucediendo a Andrés Manuel López Obrador. Su mandato se extenderá hasta 2030, en lo que promete ser un periodo de importantes cambios y reformas.
La aplastante victoria de Sheinbaum y Morena en esta elección refleja un fuerte respaldo popular y marca el inicio de una nueva era en la política mexicana. Con un mandato claro del electorado, Sheinbaum enfrenta el desafío de liderar un país con grandes expectativas y la oportunidad de implementar profundas transformaciones.
