En una jornada tumultuosa y llena de tensión, el Senado de la República aprobó en lo general la controvertida reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La votación final, que se produjo pasada la medianoche, arrojó un resultado de 86 votos a favor y 41 en contra, logrando así la mayoría calificada necesaria para una reforma constitucional.
La sesión, que se extendió por más de nueve horas, estuvo marcada por incidentes que obligaron a cambiar la sede del debate. Comenzó en el recinto de Reforma e Insurgentes, pero debido a la irrupción de manifestantes, tuvo que trasladarse a la antigua sede de Xicoténcatl.
El punto de inflexión llegó con la intervención del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, quien sorpresivamente anunció su voto a favor de la reforma. Este giro inesperado desató acusaciones de traición por parte de la oposición, principalmente del PAN, que intentó en repetidas ocasiones frenar la discusión.
La presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, Ernestina Godoy, defendió la reforma calificándola de «histórica» y argumentando que garantizará el acceso real a la justicia para todos los ciudadanos. En contraste, la coordinadora del PAN, Guadalupe Murguía, advirtió que esta reforma «extiende el acta de defunción de la democracia».
El debate se desarrolló en un ambiente de alta tensión, con gritos, insultos y tomas de tribuna por parte de la oposición. Los senadores de Morena y sus aliados celebraron la aprobación con el coro «Sí se pudo», mientras que la oposición mantuvo su resistencia hasta el final.
Cabe destacar que la ausencia de un senador de Movimiento Ciudadano también jugó un papel crucial en la obtención de la mayoría calificada por parte de Morena.
La sesión continuó con el debate en lo particular, con 60 reservas presentadas por PRI, PAN y MC, lo que promete prolongar aún más esta histórica y polémica jornada legislativa.
