Un estudio liderado por el psicólogo Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel de Economía en 2002, y publicado en la revista PNAS, ha llegado a la conclusión de que, en general, el dinero puede aumentar la felicidad. Aunque investigaciones anteriores habían descartado la idea de que el dinero pueda comprar la felicidad, esta nueva investigación encontró que, en promedio, la felicidad aumenta junto con el ingreso.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron a más de 33,000 personas en Estados Unidos con ingresos anuales superiores a los 85,000 dólares. Los participantes tenían un promedio de edad de 33 años y los investigadores les hicieron un seguimiento diario para evaluar su estado de felicidad. La investigación encontró que, en personas que tenían un cierto nivel básico de felicidad, esta aumentaba a medida que los ingresos también aumentaban, llegando a su punto máximo cuando el salario superaba los 100,000 dólares anuales.
Anteriormente en 2010, el psicólogo israelo-estadounidense Kahneman y el economista Angus Deaton, propusieron que el dinero genera felicidad pero hasta cierto límite. Por ejemplo, cuando las ganancias anuales superan los 75 mil dólares, esa felicidad se estanca.
En 2021, Matthew Killingsworth, coautor de la investigación reciente, había sugerido que existía una relación lineal entre la felicidad y el dinero, es decir, la felicidad aumentaba cuando el dinero aumentaba, sin un máximo establecido.
Sin embargo, los investigadores encontraron que, para las personas económicamente ya acomodadas, tener más dinero no los hacía más felices. Estas personas parecían estar sufriendo de un tipo de malestar psicológico que el dinero no podía remediar. A pesar de esta excepción, la investigación sugiere que, en general, tener más ingresos se asocia con una mayor felicidad en diversos grados.
Por supuesto, la relación entre el dinero y la felicidad es compleja y no se puede simplificar fácilmente en una fórmula matemática. Aunque los investigadores encontraron que los ingresos más altos están asociados con una mayor felicidad, también señalaron que hay muchos otros factores que pueden afectar el bienestar emocional, como la salud, las relaciones interpersonales y el sentido de propósito en la vida. Además, el hecho de que tener más dinero pueda aumentar la felicidad no significa que sea la única o incluso la mejor manera de buscar la felicidad. Al final del día, cada persona debe encontrar su propia manera de alcanzar una vida feliz y satisfactoria.