La famosa casa de Walter White, icónico personaje de la serie Breaking Bad, se ha puesto en venta con un precio de 4 millones de dólares (algo así como 82 millones de pesos mexicanos). Ubicada en Albuquerque, Nuevo México, la residencia cuenta con cuatro habitaciones, un baño y una extensión de más de 170 metros cuadrados. Sin embargo, según la plataforma de venta y renta de casas Zillow, su valor de mercado estimado es de apenas 343,100 dólares.
El inmueble, que atrajo la atención mundial tras la emisión de la exitosa serie protagonizada por Bryan Cranston y Aaron Paul, fue puesto a la venta por la empresa Christensen Group | eXp Realty Luxury, así como InterPhase Entertainment.
Desde el final de la serie en 2013, la casa se convirtió en un punto turístico que atrae a cientos de fanáticos diariamente. Sin embargo, el acceso al interior de la propiedad siempre estuvo prohibido, hasta que recientemente Joanne Quintana, una de las actuales propietarias, permitió aun KOB 4, un medio local, ingresar al hogar por primera vez.
La casa fue adquirida por los padres de Quintana, Fran y Louis Padilla, en 1973. En 2006, un inesperado toque en la puerta cambió para siempre la historia del inmueble. «Mi madre nunca abre la puerta, pero lo hizo esa vez», recordó Quintana. Representantes del equipo de producción de Breaking Bad pidieron permiso para usar la casa como locación de un piloto. Dos semanas después, comenzaron las grabaciones.
A pesar de convertirse en parte de la historia televisiva, la familia solo recibió un pago por cada grabación y no percibe regalías de la serie. Sin embargo, lograron acumular recuerdos únicos, como la interacción con el elenco y el equipo de producción. Quintana recordó cómo su madre solía hornear galletas para los actores, aunque Bryan Cranston no podía comerlas debido a las exigencias de su papel como un paciente con cáncer.
El éxito de Breaking Bad, con cinco temporadas y múltiples premios Emmy, trajo consigo un flujo constante de visitantes. En los primeros días de la fama, la familia solía salir a tomarse fotos con los fanáticos, pero la situación pronto se volvió abrumadora. Según Quintana, hasta 300 autos pasaban por la casa diariamente, y algunos fanáticos llevaron su entusiasmo demasiado lejos, incluyendo bromas relacionadas con la trama de la serie.
En una ocasión, a las 4:30 de la mañana, el timbre de la casa sonó. Al abrir la puerta, la familia encontró un paquete dirigido a Walter White, lo que llevó a la intervención del escuadrón antibombas. Estos incidentes los llevaron a reforzar la seguridad de la propiedad con cámaras y una cerca perimetral.
Después de casi 52 años, la familia Quintana decidió que era momento de dejar la casa. Aunque no se ha especificado una razón clara para la venta, la constante atención de los fanáticos y el desgaste emocional influyeron en su decisión. «Es nuestra casa familiar desde 1973. Nos quedaremos solo con nuestros recuerdos. Es hora de seguir adelante», expresó Joanne Quintana.
Con su historia única y un precio significativamente más alto que su valor de mercado, la casa de Walter White sigue siendo un símbolo icónico de la televisión y un reflejo del impacto cultural de Breaking Bad.