EN TEMAS ELECTORALES, las cosas están para llorar en el movimiento naranja, pues resulta que en el territorio de las «Cuatro Casas», por intereses mezquinos del diputado “joven” de 40 años Rodrigo Samperio, en contubernio con el panista Edgar Olvera, quiere imponer como candidato a presidente municipal a Erick Beller, cuyo único mérito es haber sido un burócrata en administraciones panistas.
De salirse con la suya el diputado Rodrigo Samperio y Edgar Olvera se estaría echando al cesto de la basura el trabajo que por muchos años ha realizado Esther Tapia y su equipo, y en consecuencia se estaría dando paso al oportunismo, a la frivolidad y a la irresponsabilidad de quienes ya demostraron que no tienen ningún respeto por la legalidad. Así lo demostraron durante la precampaña Erick Beller y sus amigos de farándula, al colocar propaganda en lugares prohibidos, espectaculares sin registro del INE y repartiendo dadivas a la ciudadanía, como los de la vieja política, cuando las precampañas tienen como propósito promocionarse solo entre los militantes y simpatizantes de los partidos, no ante el conjunto de la ciudadanía, lo que los coloca en una abierta ilegalidad y en verdaderos actos anticipados de campaña, contrariamente a lo que pregona Movimiento Ciudadano.
En cada proceso electoral, pero en éste más, surgen personajes que intentan incursionar como candidatos a un puesto de elección popular a base del derroche de recursos económicos en ostentosa propaganda, lo que, ante las graves carencias que se viven en el municipio, se convierte en una verdadera ofensa a la ciudadanía. Por ello, es de interés público que Erick Beller, informe sobre el costo de cada uno de los espectaculares y la procedencia de esos recursos.
Sin duda, estos actos, a todas luces ilegales, ocasionará que el INE multe fuertemente a Movimiento Ciudadano, y todo por la ambición desmedida del diputado Rodrigo Samperio de obtener la dirigencia de ese instituto, bajo la visión de que es su patrimonio familiar, pues, así como heredó la diputación federal, ahora quiere heredar la dirigencia que, antes de Juan Zepeda, la ostentaba su padre Juan Ignacio Samperio, quien por cierto, nunca fue capaz de conducir a ese instituto, de manera eficiente, para alcanzar sus registro estatal o tal vez porque le era más benéfico, para sus intereses personales y familiares, ser una oposición a modo y quizá ese sea el esquema que su retoño quiere seguir.
Presumiblemente, esa sería la razón por la que el Diputado Rodrigo Samperio se está valiendo de todo y de todos para sembrar, de manera oportunista, a candidatos en los principales municipios del Valle de México, como Naucalpan. Por cierto, es evidente que, a partir del arribo de Juan Zepeda a Movimiento Ciudadano, este instituto adquirió su REGISTRO ESTATAL (con más de 150 mil votos en Neza) y una presencia muy importante en todo el Estado, particularmente en Naucalpan, donde prácticamente no existía.
Ese crecimiento, a base del trabajo de Juan Zepeda y su equipo, es lo que los Samperio, padre e hijo, no le perdonan al Senador Juan Zepeda, y por eso buscan boicotearlo obstaculizando las candidaturas que se han construido con mucho esfuerzo, como la de Esther Tapia, a quien, independientemente de que se coincida o no con ella, no se le puede negar su trabajo, su capacidad, honradez y congruencia en la defensa de las libertades y derechos de la ciudadanía.
Por ello, es importante señalar que, en contraste con las prácticas del derroche y despilfarro de Erick Beller y Edgar Olvera, alejadas del respeto a la legalidad y al calendario electoral, Esther Tapia demostró que el trabajo constante y la gestión cercana a las necesidades de la gente son la clave para ganar, no solo adeptos, sino también respeto y legitimidad en el proceso electoral. Pero de esto seguiremos hablando, mientras tanto pasemos a otra cosa.
