A dos semanas del arranque de las campañas presidenciales, el Zócalo de la Ciudad de México se tiñó de rosa el pasado domingo 18 de febrero, al albergar la “Marcha por Nuestra Democracia”. Convocada por integrantes de la Sociedad Civil de México y más de 200 organizaciones, esta manifestación tuvo como objetivo principal exigir un voto libre y transparente en las próximas elecciones del 2 de junio.
Desde tempranas horas del domingo, miles de ciudadanos se congregaron en diversos puntos de la CDMX, uno de ellos el Monumento a la Revolución, con la finalidad de unirse a esta movilización con rumbo al Zócalo de la Ciudad de México. La bandera con la consigna “Nuestra democracia no se toca” ondeaba en medio de la multitud, mientras los manifestantes avanzaban hacia la Plaza de la Constitución.
Los manifestantes portaban pancartas con mensajes como “Voto libre para un México justo”, “Sin democracia no hay libertad”, y “Democracia sin restricciones”. La diversidad de edades, géneros y trasfondos políticos reflejaba la urgencia de proteger los derechos democráticos.
Ya en el Zócalo, el exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova , tomó el micrófono y mediante un discurso de casi 30 minutos, alertó a la ciudadanía de las presuntas amenazas contra la constitución impulsadas desde el poder ejecutivo, e hizo un llamado a defender la democracia y participar masivamente en las elecciones del próximo 2 de junio.
“La democracia es una obra la colectiva y su defensa es también lo es (…); estamos aquí para defender algo que es nuestro y que no vamos a permitir que nos lo arrebaten. Si los autoritarios no descansan, tampoco lo haremos quienes defendemos la libertad y la democracia”, manifestó Córdova.
De acuerdo con las organizaciones que convocaron a la marcha, afirman haber reunido a más de 700 mil personas, sin embargo, según datos del Gobierno de la CDMC y el gobierno Federal, la manifestación solo logró congregar a 90 mil personas.