Alejandra del Moral, quien hace un año fuera derrotada en las elecciones por la actual Gobernadora morenista del Estado de México, publicó una carta en sus redes sociales explicando su renuncia al PRI. Del Moral señaló a la actual dirigencia del partido, encabezada por Alito Moreno, como la principal causa de su separación, mencionando que «el PRI que ella conocía y defendía ya no es el mismo».
Poco después de su anuncio, Claudia Sheinbaum reveló a través de sus redes sociales que se había reunido con Del Moral y que esta se sumaba a su proyecto. En su mensaje, Sheinbaum expresó: «Me reuní con Alejandra del Moral. Reflexionamos sobre el futuro de nuestro país y encontramos más coincidencias que diferencias: seguir construyendo un México para todos y todas, con justicia, democracia, libertades y prosperidad compartida».

La adhesión de Del Moral al proyecto de Sheinbaum ha sido más que polémica y ha desatado una ola de críticas, tato para del Moral, como para Morena y Claudia Sheinbaum. Cabe recordar que durante la campaña por la gubernatura del Estado de México, los morenistas, incluyendo a Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, señalaron a Del Moral y sus allegados de corrupción. Delgado llegó a declarar que Del Moral representaba «la corrupción, la compra de votos y la extorsión electoral». Ahora, con su incorporación a Morena, surgen preguntas sobre si el partido y su gente se sienten identificados con esos «atributos» que antes denunciaban.
Este giro en la carrera política de Del Moral también pone en entredicho sus verdaderas convicciones. Hace apenas unos meses, cuando se rumoreaba su posible salida del PRI para unirse a Morena, Del Moral publicó en sus redes sociales una fotografía junto a la candidata presidencial de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, con un mensaje que decía: «Valiente y Congruente. Firmes con la Alianza Fuerza y Corazón por México». Esta reciente decisión levanta dudas sobre la congruencia que proclamaba.

Con la adhesión de Alejandra del Moral, se refuerza la percepción de que Morena se ha convertido en un refugio para políticos que quieren seguir teniendo un hueso, a pesar de haber sido previamente criticados por el mismo partido que ahora los acoge. La integración de exmilitantes de otros partidos a Morena sigue siendo un tema de debate, reflejando las complejidades y contradicciones del panorama político mexicano en vísperas de las elecciones.