De las once personas arrestadas en relación con el ataque armado en el bar “Bling Bling”, seis ya fueron liberadas. Entre ellas, dos denuncian haber sido víctimas de tortura durante su aprehensión por agentes de la Policía de Investigación (PDI) de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
A su salida de la Fiscalía de Asuntos Especiales (FAES), los liberados mostraron heridas visibles en el brazo derecho, abdomen y pecho. Afirmaron que estas lesiones fueron resultado del uso excesivo de fuerza por parte de los agentes. Ambas personas aseguran que la brutalidad empleada durante su detención incluyó quemaduras y golpes.

Ante estas acusaciones, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) intervino, solicitando medidas precautorias dirigidas al fiscal regional de Cuautitlán y al coordinador general de la PDI. La Codhem, tras recibir una queja formal, indicó que familiares de los detenidos narraron los detalles del arresto y pidieron a las autoridades medidas de protección. Los familiares denunciaron violaciones al derecho de sus allegados a la incomunicación, así como el respeto al debido proceso, la libertad y la seguridad personal.
La detención de las once personas ocurrió el pasado martes en Cuautitlán Izcalli, en una operación conjunta de la Fiscalía General de Justicia mexiquense y otras fuerzas de seguridad. Se les relaciona con el ataque armado ocurrido el fin de semana en el bar “Bling Bling”, el cual dejó seis personas muertas y varios heridos, conmocionando a la comunidad.
La ley estatal para prevenir y sancionar la tortura en el Estado de México establece que cualquier servidor público que inflija sufrimiento físico o psicológico a detenidos, mediante golpes, quemaduras o privación de alimentos, incurre en delito de tortura. Las penas previstas por dicha ley incluyen prisión de 3 a 12 años, multas y destitución e inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas hasta por veinte años.