Cuatro personas murieron y otra resultó gravemente herida tras un tiroteo ocurrido la tarde del lunes en un edificio ubicado en Park Avenue, Nueva York, donde se encuentran las oficinas de la NFL. El agresor, identificado como Shane Tamura, de 27 años y originario de Las Vegas.
Tamura, exjugador de futbol americano a nivel preparatoria y exempleado de seguridad en un casino, irrumpió en el inmueble número 345 de Park Avenue alrededor de las 6:30 p.m., portando un rifle AR-15 con mira telescópica y otros aditamentos. Las autoridades detallaron que el arma, marca Palmetto State Armory, fue hallada con manchas de sangre. En su auto, estacionado cerca del sitio, se localizó una licencia vigente para portar armas, expedida en Nevada.
Aunque su aparente objetivo eran las oficinas de la NFL —ubicadas entre los pisos 5 y 8 del edificio— Tamura ingresó accidentalmente a las oficinas de Rudin Properties, donde comenzó el ataque. La policía neoyorquina logró contener la situación en menos de 90 minutos y confirmó que el tirador actuó solo.
Entre las víctimas mortales se encuentra el oficial fuera de servicio Didarul Islam, además de tres personas civiles. Una víctima más permanece hospitalizada en estado crítico.
Al revisar sus pertenencias, las autoridades hallaron una carta de tres páginas en la que Tamura aseguraba sufrir encefalopatía traumática crónica (ETC), un padecimiento neurológico asociado a impactos reiterados en la cabeza, común entre jugadores de futbol americano. En el documento, responsabilizó directamente a la NFL de ocultar los riesgos de esta enfermedad y citó el caso del exjugador Terry Long como inspiración.
En su mensaje póstumo, pidió que su cerebro fuera estudiado tras su muerte, asegurando que el futbol americano “arruinó su vida”, pese a no haber jugado más allá del nivel preparatoria. Excompañeros del equipo de Granada Hills Charter High School, en California, lo recuerdan como un talento prometedor, aunque no logró avanzar al nivel universitario ni profesional.
La policía también informó que Tamura había recorrido varios estados antes de llegar a Nueva York, incluyendo Nebraska, Iowa y Nueva Jersey. En su vehículo fueron halladas recetas médicas, municiones y el estuche del rifle utilizado.
La encefalopatía traumática crónica ha sido ampliamente documentada en jugadores de la NFL fallecidos. Estudios recientes de la Universidad de Boston revelaron que 87 de 91 cerebros donados por familias de exjugadores mostraron signos claros de esta patología, que puede provocar deterioro cognitivo, cambios de personalidad y conductas suicidas.
Las autoridades aún investigan si Shane Tamura tenía un diagnóstico formal de ETC o si sus declaraciones fueron producto de una condición mental no diagnosticada.
